Extra Virgen (o "Un payaso, para Adriana")(o "denle un payaso a Adriana")
puede ser un agradecimiento,
ó
alguna inmadurez de esas que quedan.
Ó el niño interior.
O amor...aunque no creo en inventos.
O alguna tara.
O capricho.
O de patudo, simplemente.
Porque desde aquí, de lejos,
la puedo ver caminar
con su cúmulo de virtudes destellantes,
mezcladas con su aceite
concentrado de belleza
multiplicada ene veces más 1.
Así es.
En serio.
Con responsabilidad.
Criterio.
Y todo el respeto que cargo desde mi cuna.
¿cómo puedo ser tan desubicado?
Quedarse con tu imágen
en mis destellos neuronales,
sin querer y en cada viaje,
para resignarse ante ellos
y grabarlos bien,
me parece muy extraño.
Pero bueno,
de vez en cuando paso a ver esas imágenes
para que no se diluyan y,
poder visitar en esos pensamientos
pequeños retazos de tu presencia.
Es la única forma de mirarte.
...se que no estoy loco. Creo.
Espero.
Es una barbaridad.
Podría ser un idiota.
O un tonto sin autojuicio
para poder llenarte de ratos sin sustancia,
y molestarte hasta exprimirte mil respuestas.
Pero no.
El silencio es el mejor castigo.
¿Seré un psicópata?
Dime.
Se que no estoy muy bien ubicado en la campana de Gauss,
escribiendo cosas fuera de tiempo y espacio, pero
dime...
...no está bien ¿cierto?
jajajaj...¡enfermo!
Me vendría bien que me lo dijera algún especialista.
¿seré leso?
que me dejo caer
fácil a un precipicio claro y montañoso
disfrazado de fantasía.
Cayeeeeeeendo
con la boca abierta,
dejando una maravillosa estela de saliva.
jaja
Quedo tan inmóvil,
como en esas pesadillas sin aire,
cuando paso a llevar por casualidad el horizonte de tus ojos.
No puedo hacer nada más que reírme.
Nada más que existir un rato.
Estupefacto.
No se por qué alimento ésto; tan irracional.
Años que no escribía.
sólo rocanroles sin sentido, pero tuve que hacerlo.
Peor es reprimirlo y quedarse con alguna culpa.
Así que mis completas dis-culpas,
porque necesitado de cariños no ando.
Ni ofreciendo mi flor.
Ni menos buscando el amor.
En mi trayecto ya se deshidrató la semilla que lo hacía germinar
con raíces desde el corazón.
[No creo en magia
desde que reprimo la emoción.
Por eso me extraña en mí tanta vocación...
...la idea era que rimara, pero mejor que no,
puede pasar a cebolla
un pensamiento fantasioso e inocente.
Mucha cursilería junta contamina le letra]
Inocencia por la que sí pongo las manos al fuego,
porque no quiero ganar nada,
ni buscar algo,
ni llenar un ego.
Pero sí tener la culpa de admirarte,
hasta de imaginar tu pelo
tus ojos
y tu chaleco,
tu voz,
tus zapatillas,
tu humor, (no tumor)
y tu voz otra vez.
Me siento como un mendigo
que no tiene nada que ofrecer,
sólo hacerte sonreír
cuando te pida una moneda.
La verdad es que a mi mediana edad
ya estoy con una mochila de obligaciones y responsabilidades;
Me enoja no asumirlas y creer
en la remota posibilidad de conseguir tu amistad,
que es como una lucecita,
lejana a mi inmenso universo egocéntrico paralelo
con leyes físicas imposibles.
Siento que sería irresponsable no hacerte saber lo iluminada que estás
a ojos ajenos...
...insisto, eso veo.
Y sería feliz cómplice de los que la admiran y amparan.
Si toda esta palabrería la aleja,
tómela como una muestra de admiración,
seriamente,
porque van desde la más completa racionalidad.
Si toda ésta palabrería te descoloca y no tiene sentido,
bótala por ahí.
Y si te gustó, guárdalas para que se pierdan en tu inconsciente,
y formen parte del saber muy bien que hay seres,
como yo,
admirándote,
sanamente,
que creen que eres muy especial.
Y nadie los va a sacar de ese trance.
No se puede escribir sin conocer a alguien en lo absoluto.
Y yo, siendo un completo desconocido, me siento culpable
de faltar en ese detalle tan evidente.
De ahí tanto cuestionamiento.
Pero si nos vamos a dejar llevar por la emotividad más primitiva,
incluso podemos volver y escribir una canción...
Seguro que de éstos inocentes pedazos hago una.
Y no podría negar mi fuente de inspiración.
En la imagen del hipocampo que vuelve a brotar.
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Gracias Adriana.